Gatillos hacia la felicidad.-

Deseo detenerme pero

es mi sed la que me tiene parada

junto a ti.-

Andrea llama a la puerta y nadie contesta,
sigue su camino en dirección a un cerro,
llega a una punta y mira el cielo,
saca un cigarrillo y comienza a poner su
mente en blanco. Al rato se aparece
otra joven.
-Otra vez aquí, debes dejar de llamar a tu casa,
tu ya tienes la llave.
-No es mía ya lo sabes.
-Ya empiezas con eso de nuevo.
-Sabes cual es la verdad.
-Creo que sueñas que no vives, que eres marioneta
que los demás crearon de ti, que debes seguir un
burdo camino.
-No lose, pretendo no pensar.
-Un día explotaras.
-Pues ahí veré que haré.
-Por favor vive.
-No quiero crecer.
-Lose pero por dentro no importa que no crezcas,
pero por fuera si, los demás deben ver lo que
quieren ver, dales lo que quieren y te dejaran
tranquila, ¿no es ese el propósito de la vida?
ser feliz con la tranquilidad que te puedan dar día a día
-A veces pienso que estas mas loca que yo.
-No hay ningún papel que pruebe nada.
-Lose.
-Quiero hacer algo hace tiempo
-¿Que cosa?

-Es algo que mejor no preguntar y solo hacer.

-Entonces hazlo.

La niña dos saca de su bolso un arma.
-No quieres crecer, yo tampoco, ahora soy infeliz
pues hago felices a los demás, desaparezcamos las dos,
yo no sufriré por tu ausencia ni tu por la mía.
Vamos de aquí al mas allá.
Brillaron los ojos de Andrea ante tal oportunidad.
-Definitivamente estas mas loca que yo, por eso te amo,
por que eres mas que yo.
-¿Vamonos?
-Si mas allá de lo que podamos imaginar
Un beso, un cruce de miradas tiernas y felices, y
2 sonidos fuertes de gatillos a la felicidad.-