9.06.2013

Frenesí

Y simplemente así comienza la historia,
con barcos fantasmas, magia
y vagas nociones de la realidad.
Así seguía el cuento y el mar se hizo eterno,
la historia sin fin.
Pero de pronto en mi puerto llego una isla flotante,
que dio para mas que eso,
dio para un mundo entero.
Donde solo te rodea el confort y la tranquilidad.
Escuchar agitarse los arboles con el viento,
sentir la arena entre los pies y
escaces de ropa por el calor.
Despues el movimiento
los roces,
el calor,
el amor,
la pornografia,
en uno mismo va la intensidad del otro.
¿Para que ser dos si podemos ser uno?
El cielo es infinito y nosotros tambien.-



La historia suele perderse entretantas aventuras
                                          y tanto frenesí,
pero creo que no hay mejor que cuando se nos pierde el tiempo,
      en dejar las irrealidades y vivir nuestra propia realidad.-