11.04.2012

El cuento que leo.-

Recuerdo aquella historia donde los príncipes
eran caballeros, salvadores, protectores y
lo que solían traer el final feliz en el cuento.
Pero luego todo se transformo,
ahora las princesas estaban cansadas
de esperar en sus torres, salían por si solas
e iban al rescate de otras princesas.
Por su puesto también los príncipes se topaban con otros,
y bueno entre ellos y ellas,
eran capaces de crear finales felices.
Y bueno,
en esta historia la chica de la torre,
fue intentada rescatar por princesas
y príncipes.
Muchos jugaron con sus sueños y
hasta fueron capaces de trizar en pedazos
su corazón, pero aún no termino el cuento,
hasta ahora, solo una persona
la saco a dar un paseo desde la torre,
pero luego ella tuvo que volver,
ya fue hace dos años y casi otro mas,
desde este gran paseo.
Ahora apareció un príncipe
que conquistaba doncellas,
con una triste historia de vida y
luego las abandonaba diciéndoles
que la vida fuera de la torre era muy difícil.
Ella hasta ahora sueña con salir
y pelear las dificultades de afuera,
sabe que podría sola,
pero sabe también que sería mejor
en compañía.
Hoy ella cerró un capitulo,
vio a aquel príncipe que revivió sus ganas de
salir, que pese a la triste historia,
ella vio mas,
ella vislumbro un poco del felices para siempre.
Pero mirando por a ventana lo vio usando las
mismas historias y las mismas mentiras
con otra princesa.
Espero que un giro cambie la historia,
ya me esta cansando que el final,
de cada capitulo en sus amoríos,
sea igual.
Y me aburre esta historia,
solo quiero llegar al felices por siempre.-


Aunque quizás deje de leer
y solo comience
a imaginar otra realidad.-

1 comentario:

Café y Cigarrillos... dijo...

Siempre duele equivocarse, a veces viajar por carretera simplemente agota.
El mundo en si es una gran apuesta, nadie nos enseña que no hay que apostar todas nuestras fichas. Aprendemos solo cuando perdemos todo en la ruleta, al escoger el número más brillante.

Los finales felices no se leen, ni se escriben... Supongo que solo se contruyen con voluntad, de a dos...